En un caldero amplio, posiblemente de cobre, ponen a hervir el agua. Las dosis son importantes, porque por estos depende la consistencia de la maicena (polenta ) |  |
 | Apenas alcanza el hervor salamos el agua. Esperamos que el bollore recoja en pleno (burbujas grandes!) |
Añade la harina golpeando vigorosamente con una gruesa látigo |  |
 | para evitar los grumos |
Continuamos a mezclar, antes con el látigo, |  |
 | luego con la cuchara de madeira para 5 minutos hasta que deja de salpicar cuando se deja de mezclar (se debe solidificar lo suficiente) |
Si utilizan un caldero eléctrico este es el momento de incorporarla. |  |
 | De lo contrario se requiere de paciencia, (y de un guante térmico porque tiende en salpicar sobre las manos!) para mezclar un con ritmo constante y siempre en la misma dirección para otros 45 minutos |
Cuando haya alcanzado la justa consistencia verán formarse una crosticina sobre el borde del caldero, y la maicena cubrirà la cucharra de madeira sin gotear |  |
 | Añade el aceite, que la hará más elástica, y mezcladas aún. |
Controlemos la sal y versemos |  |
 | En función del sabor o de las recetas la polenta se sirve inmediatamente, más fluida, |
o se hace enfriar un poco porchè fuera mas consistente |  |